sábado, 26 de octubre de 2013

Becerreando el Jalogüin


En estos días abundan los comentarios y fotos en facebook con la frase del tipo "fuera Halloween" y etc, aludiendo a que esta es una festividad extranjera. El detalle es que la navidad, las pascuas, el día de San valentín y el día de San Patricio también lo son. Todas tienen sus orígenes en otras culturas, salvo que algunas están mejor posicionadas en términos de aceptación que otras. Pregunto, mientras no lastimen ni perjudiquen a nadie ¿cuál es el problema?. Usted no va a ser menos argentino por regalar cosas a los niños  o disfrazarse ridiculamente, mire al papa sinó.


De hecho, la iglesia católica se apropió de este ritual de origen celta rebautizándolo la "víspera de todos los santos" (All Hallows' Eve), al igual que lo hizo con la navidad, pascuas, San valentín y otros. Pero de estos nadie parece renegar. Esto no quita que usted no pueda, si le place, salir a repartir empanadas vestido de gaucho. (Igual tenemos un día de la tradición, en todo caso). Yo no lo festejo, pero si usted quiere, ¿quien se lo puede negar?. 
Mientras no pase de un ritual inofensivo, de regalar cosas y disfrazarse de idiota, bienvenido sea. El problema sería que ud. crea realmente que los espíritus buenos y malos bajan a la tierra ese día, y que conviene disfrazarse para que no lo reconozcan. O peor, afirmar que  aquellos que no creen lo mismo que ud. son infieles y merecen un sufrimiento eterno a menos que se disfracen; y que sus hijos deben creer sin cuestionar todo lo que esta festividad representa. En todo caso  halloween no parece ser más ofensivo ni contracultural que un bautismo, una circuncisión o un casamiento por iglesia.
Ni más ni menos argentino por esto.


Todos sabemos que Facebook es un medio informal para esparcir ideas, es superficial, y si uno pone "me gusta" posiblemente  nadie le cuestione nada. En eso radica su atractivo justamente. Pero no dejemos que esto sea una excusa para apoyar cualquier tontería que circule, porque algún dia nos puede jugar en contra. 
Si de creencias irracionales se trata, nuestro país está colmado, pero no veo como la caminata a  Luján, el dia de San Cayetano o el culto al "gauchito Gil" puedan aportar algo a nuestra cultura, y sin embargo se presentan como festividades y ritos culturales . Y más peligrosos, pues no son simples festejos ocasionales: conllevan todo un sistema de creencias irracionales.

En todo caso Cabría analizar cuantas de nuestras tradiciones son legítimos aportes a la cultura, O si refuerzan de algún modo nuestra identidad como Argentinos. Prestemos atención a las cosas que realmente importan.

En facebook hacemos y publicamos lo que se nos canta, y eso está perfecto. Aunque no estaría mal reflexionar acerca de las ideas que circulan allí, porque sin querer podemos estar apoyando becerros de lata sin notarlo.  



Feliz "lo que se le cante" a todos!!
El becerro.

martes, 15 de octubre de 2013

3) Santificar las fiestas.

El tercero de los mandamientos se refiere al carácter santo del día de descanso semanal. Su origen se remonta al sabath judío, el día santo en que se conmemora el descanso de Yahvé, que después de seis atareados días, culminó la creación del universo. Imagínese ud. el desgaste de tamaña obra, que incluso la omnipotencia divina se vió afectada. Siguiendo la línea de razonamiento de los mandamientos anteriores, nos preguntamos cual podría ser la utilidad de este mandamiento como un bien para la humanidad. Recuerde, este acercamiento a las escrituras propone la mirada de un espectador ajeno al dogma, ya que al parecer la religión goza de un monopolio de la moral que muy pocos parecen cuestionar, incluso muchos no creyentes.

Ante esta proposición, lo lógico sería pretender las enseñanzas implícitas en los mandamientos trasciendan el terreno del ámbito puramente eclesiástico, y presenten un modelo universal de ética, que beneficie a todos por igual. En el análisis de los primeros dos mandamientos de Moisés Amar a dios sobre todas las cosas y No tomar su santo nombre en vano no parecen tener lugar los supuestos mencionados. A efectos de un beneficio universal, su incumplimiento no implicaría ninguna diferencia entre un pagano de buen comportamiento y un buen cristiano temeroso de dios. Veamos cual es la utilidad de este tercer mandamiento.

Niño confesando sus pecados 
Ehhh…esteeee….mmmmhhh… es realmente difícil. Si no encontrábamos utilidad en los anteriores, no me figuro cual es la moral implicada en santificar un día semanal de descanso. A menos que interpretemos que el descanso en sí mismo es la norma, no sé si moral, pero al menos útil. Un descanso semanal nos permitiría compartir más tiempo con la familia y nuestras amistades, dedicarnos al ocio y sobre reponernos de los trajines laborales. Lamentablemente, este no es el sentido que el dogma de la iglesia propone. El propósito del descanso tiene como objetivo la consagración a dios, el gran eje sobre el cual deberían articularse nuestros tiempos. Santificar las fiestas nos invita a concurrir a la misa del domingo, o sábado de acuerdo con su religión.(Llegando a extremos ridículos como la prohibiciones del talmud que incluyen la de oprimir botones o palancas, plantar, arar, cosechar, atar poleas, amasar, hornear, trasquilar lana, tejer, hacer dos lazos, unir dos hilos, separar dos hilos, amarrar, escribir dos o más letras, apagar fuego, prender fuego, tocar un instrumento musical, terminar la preparación de un utensilio nuevo, transportar un objeto de áreas públicas a áreas privadas y viceversa, o cargarlo 4 cúbitos o más en un área pública, entre otros)

La idea parecería ser la de utilizar el descanso como un medio para afianzar el lazo con dios.
El problema es que, como no creyente, no veo como podría ser esto más beneficioso que, por ejemplo, dedicar tiempo a disfrutar con mis seres queridos. O mirar televisión, o leer, o estudiar, o lo que sea, siempre y cuando no dañe a otras personas ni limite sus libertades individuales. A menos que temamos hacer enojar a Dios. Pero, dejar de hacer algo por temor al castigo divino no parece ser muy ético.

La prédica religiosa se adelanta a mis expectativas, y propone realizar estas actividades siempre dentro del ámbito de la iglesia, así: leer la biblia, rezar en familia, y socializar (en el espacio de socialización por excelencia, que siempre es la misa cristiana). En fin, actividades similares, pero marcados por estos supuestos valores de la iglesia. ¿Cual sería entonces la diferencia? si en definitiva, ud decid cuales cosas le causan placer y cuales no. ¿La diferencia radicaría solo en la reacción de Yahvé?


Actividad 1) para realizar en familia:

¿Tiene usted algún cronográma de las fiestas religiosas, o de sus obligaciones como cristiano? ¡le proponemos confeccionar un bonito diario como el de la imagen! Usted puede divertirse compitiendo con su familia a ver quien tiene más obligaciones agregadas a su tiempo libre.  A divertirse!
 
Ahora bien, la santificación del día del Señor actuaría como repelente de la ociosidad. La triste lógica cristiana nos ofrece otra perla “Si no ocupamos nuestra mente y tiempo en cosas buenas, como en dios (inexistente), el demonio (también inexistente) podría tentarnos de hacer cosas malas”. Como por ejemplo, caer en el pecado de la pereza (dormir de más una vez a la semana, en nuestro día de descanso) o peor, caer en la sensualidad. Sigo buscando la razón por la cual pueda verse afectada la moral si los domingos me levanto a las 10 de la mañana, y no creo que mi mujer tenga ningún problema moral con respecto al otro pecado. Quisiera saber como la sociedad podría verse afectada por dormir el día que conmemora la alianza entre este dios del antiguo testamento y el pueblo judío. Este mandamiento en definitiva no parece tener otra utilidad que la permitir al los dogmas administrar el tiempo libre de sus víctimas, principalmente concurrir a misa y festejar fiestas estrictamente religiosas. Para el resto de nosotros en cambio, el valor moral de santificar las fiestas no es más que otro becerro de lata.

jueves, 26 de septiembre de 2013

2) No tomar su santo nombre en vano

(*OMG!)  El segundo mandamiento revelado por Yahvé nos refiere al uso semántico del nombre de dios, particularmente la prohibición  de blasfemar. Aunque, sin ser excluyentes uno de otro, también se relaciona con el hecho de testificar y/o jurar en nombre de dios, ya que en caso de un falso juramento, dios sería testigo de una mentira. Teniendo en cuenta que el enfoque de este análisis es acercarse a la mitología cristiana como un observador externo, alguien que desconociera absolutamente el tema,  cabría destacar que a simple vista no parece haber mucha diferencia con el 5º mandamiento, el de “no mentir”. Consulte ud. distintas fuentes cristianas y notará que no existe un claro consenso, y que las explicaciones son bastante vagas al respecto. Por mi parte creo que una cosa es maldecir, otra es jurar, y otra es el falso juramento. No son excluyentes entre sí , ni pueden ser interpretados como la misma acción.


lunes, 23 de septiembre de 2013

1) Amar a dios por sobre todas las cosas

El primer mandamiento es también el más dogmático y presenta además algunos errores de planteo, al menos para quienes tratamos de razonarlo. Parece ser muy simple, pero no responde a la lógica. Es que cuando pedimos a un creyente alguna evidencia de la existencia de su dios, una respuesta común es la supuesta creación de la naturaleza. Y la evidencia de que si dios existe, es porque, obviamente, existe la naturaleza, que tuvo que ser creada por alguien, que existe, Y así ad infinitum.
Ahora bien, más allá de la falacia,  la omnipresencia innata de dios supone que este tiene participación en toda la  materia en el universo. Dios está en todas las cosas (en el idioma inglés, la falacia es más evidente, Dios is = es/está en las cosas). Por lo tanto, si dios está/es en las cosas, todo el universo es una sola cosa : dios. No es extraño escuchar este tipo de planteo por parte de un creyente.(ver panteísmo). "Dios esta en todas y cada una de las cosas del universo, desde una planta hasta una piedra, y en cada uno de nosotros" etc. Ahora bien, el mandato divino obliga a ponderar a dios por sobre el resto de las cosas. Pero, según lo entendido, en el resto de las cosas también está dios. Conclusión: el primer mandamiento nos revela que debemos adorar a dios por sobre, digamos, dios. Algunas interpretaciones invierten la ecuación en "todas las cosas están en dios", pero a los efectos de este razonaminento no hace diferencia.


Dejando este chascarrillo lógico, que admito maliciosamente tendencioso , hay un detalle más sobre la explicación del primer mandamiento que requiere una mención especial. Y es que el catecismo suele enseñar que todos los mandamientos pueden ser resumidos a esta primera regla. Supuestamente, amar a dios sobre todas las cosas implica respetar el resto del decálogo. ¡Y esto en un gravísimo e innecesario error de concepto! pues ¿como podría saber un homo-sapiens cualquiera que tipo de implicaciones requiere este dios específico? ¿Y si amar a dios quisiera decir "matar al resto de la humanidad en honor a él"?. Es claro que necesariamente el resto de los mandamientos deben ser contemplados. No entiendo para qué agregar un problema al planteo general, que ya de por sí es bastante flojo.  El concepto de "resumen" no es aplicable en este caso. Pues  de la premisa no aporta suficiente información como para asumir el resto de los mandamientos. Es más. trate ud de adivinar cuales son los mandamientos restantes, utilizando solo la información presentada desde el principio de esta entrada hasta aquí. ¿Dice algo acerca de "mentir" o "fornicar"? ¡Y como demonios podría uno asumirlo si no LEE el resto! 

La idea original de esta sección era la de analizar en que medida pueden ser trascendentes los mandamientos para la humanidad. Porque, si estuvieran a la altura del prestigio del que gozan, deberían también servir como guia moral para quienes no creemos. Yo no encuentro otra utilidad para esta regla que no se aleje del ámbito estrictamente religioso. No presenta evidencias, ni modifica en lo absoluto las costumbres, y puede ser adaptado a cada credo sin ningún tipo de problemas. Pues no define nada acerca de la vida, ni de los valores, ni de cual es la conducta correcta para propiciar el bien de la humanidad. Es más, para quienes analizamos la biblia desde afuera, un dios que dictamina como primera regla que el resto de los mortales deben amarlo por sobre todas las cosas no parece entender mucho sobre el amor, o sobre la misericordia. El aroma a predicación  barata que emana este mandamiento nos hace cuestionarnos que diablos estuvo haciendo Moisés durante cuarenta días en el monte. Y deja bastante mal parado a Yahvé. 


 A pintar! que esos cerebritos no se van a lavarse por si solos! 
Entendamos aquí que estamos hablando de una novela, antigua, contradictoria, aburrida y mal compilada. Quizás para un campesino analfabeto de la edad de bronce, este pasaje tuviera un sentido revelador. Pero nuestra civilización requiere hoy en día de explicaciones coherentes. Nuestro intelecto nos  obliga a buscar respuestas lógicas. Y no veo cual es la lógica de afirmar que uno va a ser "mejor" si ama a un dios ausente más que a su familia, amigos, grupo social, equipo, etc. Y si la familia, amigos etc son cosas, entonces dios estaría en ellos también, así que ¿cual es la diferencia?.
El catolicismo puede renegar del antiguo testamento todo los que desee, pero incluye este mandamiento en su credo. Y el nuevo testamento no hace mas que reafirmarlo. Personalmente, el día que encuentre una utilidad social para este mandamiento que no sea la de cerrar las puertas de la razón en pos de la religión, volveré para retractarme. Mientras tanto, amar a dios sobre todas las cosas no es más que un becerro de lata. 
  
Banco del Vaticano

   

viernes, 20 de septiembre de 2013

Los diez mandamientos razonados


Moisés, becerros y revelaciones.

Todos los conocemos. Son una tradición cristiana cuyo objetivo es el de trascender el ámbito de lo estrictamente religioso. Pretenden ser un  bien para la humanidad, la revelación de dios para que sepamos como transitar nuestras vidas para llegar sanos y salvos (aunque muertos) al paraíso. Son la piedra fundacional de todo un sistema de creencias  que ha conquistado el mundo. Un dogma que, aún diversificado a extremos casi ridículos, adopta este decálogo en su totalidad. Son la fuente de justicia y moralidad genuina, de inspiración, la palabra de dios, etc. Pero ¿Qué tan originales y transcendentes son en realidad?


El relato bíblico nos cuenta que fueron escritos por Yahvé  personalmente, en un período  de cuarenta días (lo omnipotente no quita lo prolijo, evidentemente) y entregados a Moisés en el monte Sinaí, en una ceremonia privada a la que solo él podía asistir.  Así lo cuentan al menos dos capítulos del Pentateuco (Deuteronomio y Éxodo), con algunas discrepancias. En realidad, no quedan perfectamente claro que sean solo diez, pues algunos parecen similares a otros. Es el problema de interpretar pasajes de distintas fuentes. De hecho, si  tomásemos en cuenta todas las disposiciones de los levíticos, que cumplen la misma función reveladora, los mandamientos aumentarían a cientos  (muchos de los levíticos están orientados mas bien a  la función de los sacerdotes, aunque también se alude a la población en general, sobre todo lo relacionado a su dieta y al correcto proceder de las ofrendas)

Moisés y el becerro de oro
Asumamos que al menos diez de estas disposiciones son claramente distinguibles del resto y son las que figuran en las primeras tablas, (o en las segundas; Moisés subió dos veces al monte: no queda muy claro si las primeras eran también diez, o si eran similares a las segundas).
Moisés regresa con las tablas, y para su sorpresa, se encuentra con que el resto de lo israelitas, incluyendo su hermano Aarón, habían comenzado un nuevo culto. Los israelitas estaban adorando la imagen de cierto animal (guiño), una deidad conocida de pueblos vecinos. La falta de fe en Yahvé hizo enfurecer a Moisés, por lo que partió ambas tablas sobre el ídolo en un ataque de ira. No queda muy claro el porqué los israelitas reemplazaron tan rápido a Yahvé, pues en tan solo cuarenta días ya tenían un nuevo dios, encarnado en un becerro. (Este episodio con becerros no es el único en toda la mitología cristiana.) . En fin, con un Moisés aún enojado, dios volvió a comunicarse para concertar otra entrevista. De allí saldría la nueva revelación de dios, que de nuevo, vía Moisés, ofrecería a los israelitas una serie de reglas a seguir para alcanzar la plenitud de la humanidad, o más bien del pueblo de Israel, ya que Yahvé era su dios particular, diferente del resto de los dioses de comunidades vecinas . 
La nueva reglamentación incluiría la oportuna regla de no adorar imágenes falsos dioses ni fundir ídolos en metal.   

La tradición cristiana y las diferentes interpretaciones de los pasajes clave en estos capítulos, Deuteronomio y Éxodo, depuraron la lista de derechos y prohibiciones hasta arribar a la lista definitiva de mandamientos divinos. Hoy en día, la interpretación del decálogo comparte un parecido notable entre el judaísmo y el cristianismo en general, aunque adaptado a las tradiciones particulares de cada credo.

Vamos a tomar como ejemplo la lista que se enseña en el catecismo, con la que tengo mayor familiaridad. Aunque creo que todos, creyentes o no, deben haberla oído al menos una vez, pues todos tenemos una tía o familiar siempre dispuesto a revelarnos la palabra de su dios, cualquiera que sea este. Aquí una divertida muestra de como quedó la lista depurada de los mandamientos:


* Nótese que las fichas pueden ser impresas y recortadas para que ud. juegue con sus niños mientras les transfiere todas sus creencias, no importa que tan irracionales sean : los niños creen todo. 

Hasta aquí, el relato bíblico. Uno podría pensar que antes de la revelación la humanidad no tendría este sistema de creencias, por lo que matar o no matar, mentir, o fornicar (cometer actos impuros) no habrían tenido ninguna consecuencia moral, y cada uno hubiese elegido hacerlo o no sin problemas. Es difícil pensar como una sociedad pudo haber sobrevivido hasta la época de Moisés sin una base moral de estas características. Ahora, ¿son estas reglas tan importantes para mantener estables a las sociedades? o en otras palabras ¿que tanto las sociedades dependen de la "revelación" para sobrevivir? ¿Son los mandamientos realmente "morales", o tan solo otra forma de adoctrinamiento muy enraizada en la cultura? 

En las siguientes entradas analizaremos cada una de estas dispocisiones desde una  perspectiva ajena a la religión. ¿Podrán los mandamientos resistir un análisis crítico?¿ o no serán mas que un becerro de lata?





martes, 17 de septiembre de 2013

Los "alienígenas ancestrales" (o Ancient aliens)


Los Alienígenas ancestrales

Esta es la primer entrada del blog (después de meses de planeamiento y poco tiempo). Por ser la primera, voy a remitirme a uno de los mitos que desde hace tiempo circula por los medios, y por lo tanto, cuanto más popular, más irritante se torna. "Alienígenas Ancestrales" (Ancient aliens) es un exitoso programa que emite la tristísima señal History channel, y que ya lleva mas de tres temporadas acumulando seguidores.


Usted debe haberla visto alguna vez : es la única serie de History Channel que no tiene una familia de idiotas  hablando en primera persona de lo que usted mismo vió en la escena anterior. Tampoco incluye discusiones artificiales  entre pésimos actores que siempre culminan con un troglodita diciendo algo como" Mike siempre ha sido un necio" etc. Aunque no se aleja por mucho.

Ancient aliens propone la teoría de que la tierra podría haber sido visitada por seres extraterrestres en la antiguedad. Estos habrían interferido en el desarrollo y la civilización algunos pueblos proveyendo tecnología, ciencia y educación. Y también podrían haber dejado evidencia de sus aporte a las diferentes culturas. 
Ah si, también construyeron monumentos supuestamente  imposibles de realizar sin tecnología moderna. Y , como es de esperarse, aunque la evidencia se encuentra misteriosamente oculta y encriptada, aún así pueden hallarse algunas claves de esa comunión intergalactica entre humanos y aliens en viejas leyendas, manuscritos, o en el arte de ciertas culturas. 
Hasta aquí, el núcleo central de la teoría.
Sobre este cimiento se construye todo un sistema de supuestos que incluyen la criptozoología, fuentes de energía desconocidas, clarividencia, telepatía,  la verdad literal de mitologías clásicas (Griegos, Mayas, Escandinavos, etc)  y hasta una conciliación con el relato bíblico (que no es más que otra mitología, pero de mayor popularidad).

Ahora bien, teniendo en cuenta que  fué el formato televisivo el que dió el gran empuje a esta teoría, era de esperarse que su contenido sea de alguna manera adaptado a las exigencias de este medio. Pocas explicaciones, muchas imágenes generadas por computadora, y un manejo de la información que de alguna manera siempre deje al espectador con ganas de ver el próximo capítulo. Eso es entendible, pues en definitiva, ese es el negocio de la televisión. Así que, en un esfuerzo intelectual de magnitudes cósmicas, me propuse leer el  libro que dío el puntapié inicial a toda esta  teoría apostando que el formato libro podría al menos presentar este mito de manera más seria.
 
El libro está basado en un documental homónimo se titula  "Chariots of the gods" ("Carrozas de los dioses") y fue escrito en 1968 por Erich Von Daniken (quién también aparece en la serie de televisión: es el anciano que aparece aparte del loco con los pelos para arriba). Toda la bibliografía posterior de este pintoresco personaje  se basa más o menos en lo mismo, por eso la elección de este libro en particular. Y como era de esperarse, el razonamiento y la evidencias propuestas en este libro fallan a niveles sobrehumanos.
Desde ya, se presenta en el primer capítulo con una notable modestia artificial, aludiendo a que aunque nada de esto esté demostrado por evidencia sólida, podría una alternativa  para cubrir algunas  "lagunas" de la investigación histórica. Ya para el quinto capítulo los alienígenas no solo existen y nos visitaron, sino que además les pagaron a los mayas para que se muden a asia (!!).

Partamos desde la base de todo este razonamiento. ¿Existen los extraterrestres?  .   Este señor parece no tener duda alguna, y para justificarlo alude a la ya tantas veces refutada ecuación de Drake, aunque un tanto deformada y adaptada a sus necesidades.  No duda en incluir nombres como el de el extraordinario Carl Sagan o el de Melvin Calvin en donde tuviera espacio (cualquiera que haya leído a Sagan conoce su opinión respecto a Von Daniken y los alienígenas ancestrales).
Ahora bien, quizás la vida en otro planetas exista, es muy probable. Pero llegamos a esta conclusión por medio de ecuaciones y estadísticas. No poseemos hasta ahora evidencia sólida. Para estos llamados "teóricos" la evidencia gira en torno a algunos artefactos y construcciones que lucen como si fueran ajenos a su época. Así que junto con la afirmación de vida adelantada, se plantea dos nuevos problemas, el de los viajes interestelares y el del contacto con nuestra civilización.
El problema de este razonamieto radica principalmente en el sezgo de confirmación, es decir, que tanto esta teoría se adecúa al conocimiento adquirido en otros campos de estudio. Pues, por ejemplo, cuando hablamos de la evolución, ningún fosil tiene escrito encima "este fósil es resultado de la evolución". Llegamos a la conclusión de un proceso evolutivo al contrastar la evidencia arqueológica, paloeontológica, química, biológica, etc y reconocer un patrón común, de manera que cada nuevo hallazgo se mantiene en armonía con la teoría propuesta. Lo mismo en historia, o en medicina. Sabemos que la gripe es virósica por sus efectos en la población y por medio de la experimentación, no porque el virus ande gritando "¡yo causo la gripe!" 
 Esta teoría no encaja en ningún campo del conocimiento, no aplica el método científico para sacar conclusiones , y no es contrastrada con niguna otra fuente. Ante cualquier conflicto, se alude a conspiranoias, o en el peor de los casos, a otra subteoría tan indemostrable como la primera. Se empeña en explotar algún vacío en las teorías ya aceptadas por la comunidad científica, para llenarlo de afirmaciones más extraordinarias y más vacias. Y lo que es peor , muchas de las llamadas “evidencias” de los alienígenas ancestrales no son más que datos ficticios (cuando no directamente mentiras) sobre culturas bien conocidas, falseamiento de datos como el peso de las construcciones, o la dureza de los materiales, más una  total ignorancia en arqueología, antropología e historia. En su descripción de antiguos monolitos se omite (casi groseramente)  toda la evidencia concreta que presta el entorno geográfico e histórico, incluso la evidencia precisa de las técnicas utilizadas para su construcción.


Este razonamiento de nutre de una xenofobia sistemática enla que los seres humanos de la antigüedad (y principalmente los “no” europeos) se presentan como incapaces de desarrollar tecnologías, arte, agricultura o cualquier tipo de avance sin la ayuda de supuestos agentes externos. (Nda: las antiguas civilizaciones eran “antiguas”, no “estúpidas”). Si una civilización nos deja evidencia de un conocimiento extraordinario en astronomía, la evidencia es justamente esa. No es razonable asumir que eran incapaces y que recibieron la ayuda de otros seres, repito, mucho mas indemostrables.  

tecnología claramente alien : una "zanja"
Aquí un ejemplo de la estructura de razonamientos que se atraviesa todo el libro, y que haría sonrojar hasta a un estudiante de escuela  primaria. Tomemos por ejemplo, a la tribu X (sudamericana o africana, de ser  posible).

1)  La tribu X no conocía el hierro


2) Para esculpir tal o cual roca se necesitaron herramientas de hierro


3) La tribu x esculpió esas rocas.


4) Se encontraron algunas herramientas de hierro en un yacimiento arqueológico cercano


Conclusión: los alienígenas ancestrales les proporcionaron a la tribu X herramientas de hierro.




 Lamparita egipcia ¿de alto consumo?
¿Que es más razonable pensar? ¿Que antiguos astronautas se acercaron a la tribu x y le proporcionaron hierro para hacer una escultura (y nada más, ningún avance extraordinario en ningún otro campo, y ni siquiera una marca o evidencia de su paso por la tierra, después de tamaño viaje interestelar) o que en consecuencia la tribu X conocía el hierro, y la evidencia se encuentra  en sus yacimientos arqueológicos. Otra pregunta sería ¿necesitaban el hierro? ¿era fácil para ellos trabajarlo? ¿Tenían ellos contacto con otras tribus? Repito, el contexto socio-histórico es lo primero que se descarta para estos lunáticos que se hacen llamar “teóricos del los antiguos astronautas.”


Queda en usted señor lector: puede creer en datos manipulados por un programa de televisión basados en el libro que un hotelero suizo escribió en prisión, o buscar evidencias por su cuenta. Si el tema le interesa, déle una oportunidad a su curiosidad, y no crea nada de lo que está escrito aquí. Busque, analice y compruebe. Cuestione e infórmese, a veces nuestras creencias pueden estar descansando sobre un castillo de naipes sin que lo notemos siquiera.  A veces no son más que un becerro de lata.

 
Estará loco? o será que lo están abduciendo de a poco?...misterio.

 
Aquí dejo el enlace para un documental muy prolijo donde refutan casi toda esta "teoría". (no lo encontré subtitulado, pero pueden utilizar la traducción espontánea de you tube, a efectos prácticos es bastante buena) . Creo que a esta altura podrían hacerce facilmente dos horas más de documental con tan solo el contenido de la última temporada de esta serie, que ya roza lo bizarro. Son tres horas de información sólida y precisa. A armarse de paciencia!!


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Bienvenida

¿Cuantas veces hemos oído hablar de la moralidad cristiana? ¿Cuantas veces hemos visto exaltados conceptos religiosos como "algo" a lo que el ser humano debería aspirar? ¿Sería la sociedad más justa y equitativa si sus leyes encontraran fundamento en la enseñanza religiosa?¿cual de todas sus enseñanzas? ¿cual de todas las religiones?...
Muchas preguntas.



Bienvenidos al Becerro de lata. Un humilde intento por comprender el pensamiento mágico y las creencias fantásticas del imaginario colectivo, con una necesaria dosis de escepticismo y pensamiento crítico. No se preocupe si usted es creyente, aquí no hay infierno, ni purgatorio. El único suplicio que sufrirá su alma será el arduo trabajo de razonar y sacar sus propias conclusiones.

Becerro de Oz.