viernes, 24 de enero de 2014

El pensamiento mágico


A primeras oídas, y a quien no esté acostumbrado al léxico de este submundillo que damos en llamar escepticismo, la frase "pensamiento mágico" pudiera evocar imágenes dignas de una película de Disney. Suena a personajes coloridos volando en alfombras, sirenas,  brujas malvadas y gente cantando y bailando sin un motivo aparente. Crease o no, la definición encaja bastante bien con lo que intentaremos desanudar en los subsiguientes párrafos.

 

Pirámide mágica del poder con delfines mágicos bioenegéticos


Básicamente, el pensamiento mágico es una forma de razonamiento no lógico, con una alta dosis de subjetividad, y adornado con misticismo. En el caso de las creencias religiosas, podríamos considerarlo como el primer eslabón en su cadena de razonamiento. Sin la creencia en algún tipo de agente externo invisible que posee la capacidad de accionar sobre la realidad, más allá no solo de la ciencia sino de la causalidad misma, no podría existir ninguna religión (al menos, no en la forma en que las conocemos). De hecho, no sería difícil caracterizar cualquier credo como una forma de pensamiento mágico jerarquizado y mejor establecida en términos culturales.
Entonces, ¿da lo mismo la creencia en las cábalas o las supersticiones que la creencia en un dios creador del universo? Desde esta perspectiva no caben dudas de que sí. La diferencia está en su alcance. La superstición posee una respuesta más inmediata: si realizo un ritual x, espero un efecto y. Si derramo sal en la mesa, debo tirarla sobre mis hombros para evitar la mala suerte y ya. El ciclo de la superstición culmina en el momento de realizar el ritual.

Ahora, ¿qué sucede si aún habiendo realizado el ritual me ocurre alguna desgracia? la respuesta es simple: debo haber algún un error en el procedimiento. (Esto recuerda la historia de aquella tribu que todos los días realizaba la danza de la lluvia, y castigaba a los bailarines si no llovía, porque evidentemente habrían hecho algo mal).



Tabla de Bio-"algo" también energético 
Las cábalas y las supersticiones no son más que autoengaños llevados a cabo por quienes pretenden justificar acontecimientos en base a la creencia que mejor le quede. Y las creencias son muchas, y hasta a veces increíblemente contradictorias unas con otras. Pero por algún motivo, nuestro cerebro parecer permitir que existan este tipo de razonamientos ilógicos al margen de la realidad, e integrados en la cosmovisión de cada uno. Entonces una persona puede creer que su destino está predeterminado de acuerdo a como se movían los cuerpos celestes el día de su nacimiento, pero aún así ir al casino portando su amuleto de la suerte (aunque su suerte hubiera estado predeterminada). Y su horóscopo puede aconsejarle invertir dinero o no, depende cual sea la revista o astrólogo que estuviera consultando. Nunca cabe preguntarse quien interpreta a los astros, o cual es la conexión entre Marte, Júpiter y un "golpe de suerte". 


Ese vacío en la cadena de razonamiento es cubierto por algún agente mágico, llámesele energía o lo que sea, y su evidencia radica en el supuesto efecto. Algo se mueve en el espacio = mi suerte cambia. El porqué es un misterio en el que nadie repara. Y aunque los resultados y golpes de suerte puedan demostrarse estadísticamente dentro de lo esperable, la subjetividad lo puede más (ver sesgo de confirmación) Simplemente se reemplaza la casualidad por la causalidad, y la fórmula parece funcionar.

Así acciona el "amímefuncionismo": yo me curé la gripe tomando té de cáscaras de sandía. No me importa si no existe ninguna correlación entre el virus y la sandía, o si el virus remitió por medios naturales (como muchas veces es de esperarse): "a mí me funcionó". Mas allá de cualquier casualidad. Y si usted se curó la gripe al mismo tiempo, sin tomar té de cascaras de sandía  no importa, yo lo seguiré haciendo por las dudas.

Un divertidísimo ejercicio es comenzar a preguntar a los supersticiosos las correlaciones entre sus diferentes rituales. Es increíble notar su comodidad ante las más disparatadas contradicciones. Mi truco favorito es inventar rituales de lo más absurdos y afirmar su efectividad, utilizando el "a mí me funciona". Cuando me ofrecen curarme el mal de ojos, simplemente digo que yo lo contrarresto poniéndome un lápiz bajo la axila. Y esa respuesta, por más estúpida que parezca, posee la misma validez que cualquier otra, pues no necesita de ninguna evidencia. Y es igualmente indiscutible. 



Ya es más que redundante una analogía con las creencias religiosas en ese sentido. Las diferentes religiones se nutren del pensamiento mágico para mostrarse como verdaderas. E incluso no solo lo avalan, sino que además se muestran como una alternativa en algunos casos. Sin ir más lejos, aquí un fragmento del Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas), basado en la bula "Summis desiderantes affectibus" del Papa Inocencio VIII:



 "Y así las mujeres, para provocar cambios en el cuerpo de otros, usan a veces ciertas cosas que van más allá de nuestro conocimiento" (...) "y porque esos remedios sean misteriosos no hay motivos para asignarles el poder del demonio, como lo asignaríamos a los encantamientos maléficos producidos por las brujas. Lo que es más, estas usan ciertas imágenes y algunos amuletos, que suelen colocar bajo los umbrales de las puertas de las casas, o en los prados" (...) "y de ese modo hechizan a sus víctimas, que muchas veces han muerto. Parecería que su influencia es proporcional a la que ejercen los astros sobre los cuerpos humanos..." etc, etc, etc.


 (Malleus Maleficarum)
El martillo de los brujos es uno de los tratados más completos sobre pensamiento mágico que he leído en mi vida, y también uno de los más disparatados. (Cabe aclarar que las bulas papales se consideran escritos infalibles, pues los papas los realizan bajo inspiración divina, por lo que aún tienen vigencia). Contempla la transformación de las brujas en gatos, para copular con el demonio en las noches, vuelos en escoba, granizos y sequías a voluntad, orgías con distintos demonios y animales y hasta engendros de tales prácticas reproductivas, a un nivel que ni Stanley Kubrick podría alcanzar ni el peor de sus viajes ácidos. Este tipo de razonamientos es, por más que muchos creyentes no estén informados, un requisito del catolicismo. Si pueden creer cualquiera de estos disparates, ¿Porqué no creer en un disparate de mayor jerarquía?



Ya sea con estampitas, con rosarios, con los calzones mágicos de los mormones, con agua bendita o por medio de un recitado en latín, todos los credos se basan en este tipo de creencias menores para sortear la dificultad más grande de su lógica: la evidencia. ¿Cuál es el alcance de una bendición? ¿Hasta qué distancia surte efecto? si un cura se aleja quince metros ¿todavía puede bendecir algo? ¿Y a veinte? ¿Y a doscientos? ¿Cuánto  puedo rebajar el agua bendita hasta que pierda su poder mágico? Si tomo agua bendita ¿produzco orina bendita? ¿O se me bendicen los riñones que la filtraron? preguntas demasiado complejas. 


Con respecto a los personajes coloridos bailando y cantando sin motivo, es cuestión de presenciar cualquier misa. Por lo demás, yo guardaré mi pequeño becerro de lata bajo la almohada y esperaré ganarme la lotería mañana. Hasta ahora no funcionó, es cuestión de que encuentre su posición correcta.  

sábado, 26 de octubre de 2013

Becerreando el Jalogüin


En estos días abundan los comentarios y fotos en facebook con la frase del tipo "fuera Halloween" y etc, aludiendo a que esta es una festividad extranjera. El detalle es que la navidad, las pascuas, el día de San valentín y el día de San Patricio también lo son. Todas tienen sus orígenes en otras culturas, salvo que algunas están mejor posicionadas en términos de aceptación que otras. Pregunto, mientras no lastimen ni perjudiquen a nadie ¿cuál es el problema?. Usted no va a ser menos argentino por regalar cosas a los niños  o disfrazarse ridiculamente, mire al papa sinó.


De hecho, la iglesia católica se apropió de este ritual de origen celta rebautizándolo la "víspera de todos los santos" (All Hallows' Eve), al igual que lo hizo con la navidad, pascuas, San valentín y otros. Pero de estos nadie parece renegar. Esto no quita que usted no pueda, si le place, salir a repartir empanadas vestido de gaucho. (Igual tenemos un día de la tradición, en todo caso). Yo no lo festejo, pero si usted quiere, ¿quien se lo puede negar?. 
Mientras no pase de un ritual inofensivo, de regalar cosas y disfrazarse de idiota, bienvenido sea. El problema sería que ud. crea realmente que los espíritus buenos y malos bajan a la tierra ese día, y que conviene disfrazarse para que no lo reconozcan. O peor, afirmar que  aquellos que no creen lo mismo que ud. son infieles y merecen un sufrimiento eterno a menos que se disfracen; y que sus hijos deben creer sin cuestionar todo lo que esta festividad representa. En todo caso  halloween no parece ser más ofensivo ni contracultural que un bautismo, una circuncisión o un casamiento por iglesia.
Ni más ni menos argentino por esto.


Todos sabemos que Facebook es un medio informal para esparcir ideas, es superficial, y si uno pone "me gusta" posiblemente  nadie le cuestione nada. En eso radica su atractivo justamente. Pero no dejemos que esto sea una excusa para apoyar cualquier tontería que circule, porque algún dia nos puede jugar en contra. 
Si de creencias irracionales se trata, nuestro país está colmado, pero no veo como la caminata a  Luján, el dia de San Cayetano o el culto al "gauchito Gil" puedan aportar algo a nuestra cultura, y sin embargo se presentan como festividades y ritos culturales . Y más peligrosos, pues no son simples festejos ocasionales: conllevan todo un sistema de creencias irracionales.

En todo caso Cabría analizar cuantas de nuestras tradiciones son legítimos aportes a la cultura, O si refuerzan de algún modo nuestra identidad como Argentinos. Prestemos atención a las cosas que realmente importan.

En facebook hacemos y publicamos lo que se nos canta, y eso está perfecto. Aunque no estaría mal reflexionar acerca de las ideas que circulan allí, porque sin querer podemos estar apoyando becerros de lata sin notarlo.  



Feliz "lo que se le cante" a todos!!
El becerro.

martes, 15 de octubre de 2013

3) Santificar las fiestas.

El tercero de los mandamientos se refiere al carácter santo del día de descanso semanal. Su origen se remonta al sabath judío, el día santo en que se conmemora el descanso de Yahvé, que después de seis atareados días, culminó la creación del universo. Imagínese ud. el desgaste de tamaña obra, que incluso la omnipotencia divina se vió afectada. Siguiendo la línea de razonamiento de los mandamientos anteriores, nos preguntamos cual podría ser la utilidad de este mandamiento como un bien para la humanidad. Recuerde, este acercamiento a las escrituras propone la mirada de un espectador ajeno al dogma, ya que al parecer la religión goza de un monopolio de la moral que muy pocos parecen cuestionar, incluso muchos no creyentes.

Ante esta proposición, lo lógico sería pretender las enseñanzas implícitas en los mandamientos trasciendan el terreno del ámbito puramente eclesiástico, y presenten un modelo universal de ética, que beneficie a todos por igual. En el análisis de los primeros dos mandamientos de Moisés Amar a dios sobre todas las cosas y No tomar su santo nombre en vano no parecen tener lugar los supuestos mencionados. A efectos de un beneficio universal, su incumplimiento no implicaría ninguna diferencia entre un pagano de buen comportamiento y un buen cristiano temeroso de dios. Veamos cual es la utilidad de este tercer mandamiento.

Niño confesando sus pecados 
Ehhh…esteeee….mmmmhhh… es realmente difícil. Si no encontrábamos utilidad en los anteriores, no me figuro cual es la moral implicada en santificar un día semanal de descanso. A menos que interpretemos que el descanso en sí mismo es la norma, no sé si moral, pero al menos útil. Un descanso semanal nos permitiría compartir más tiempo con la familia y nuestras amistades, dedicarnos al ocio y sobre reponernos de los trajines laborales. Lamentablemente, este no es el sentido que el dogma de la iglesia propone. El propósito del descanso tiene como objetivo la consagración a dios, el gran eje sobre el cual deberían articularse nuestros tiempos. Santificar las fiestas nos invita a concurrir a la misa del domingo, o sábado de acuerdo con su religión.(Llegando a extremos ridículos como la prohibiciones del talmud que incluyen la de oprimir botones o palancas, plantar, arar, cosechar, atar poleas, amasar, hornear, trasquilar lana, tejer, hacer dos lazos, unir dos hilos, separar dos hilos, amarrar, escribir dos o más letras, apagar fuego, prender fuego, tocar un instrumento musical, terminar la preparación de un utensilio nuevo, transportar un objeto de áreas públicas a áreas privadas y viceversa, o cargarlo 4 cúbitos o más en un área pública, entre otros)

La idea parecería ser la de utilizar el descanso como un medio para afianzar el lazo con dios.
El problema es que, como no creyente, no veo como podría ser esto más beneficioso que, por ejemplo, dedicar tiempo a disfrutar con mis seres queridos. O mirar televisión, o leer, o estudiar, o lo que sea, siempre y cuando no dañe a otras personas ni limite sus libertades individuales. A menos que temamos hacer enojar a Dios. Pero, dejar de hacer algo por temor al castigo divino no parece ser muy ético.

La prédica religiosa se adelanta a mis expectativas, y propone realizar estas actividades siempre dentro del ámbito de la iglesia, así: leer la biblia, rezar en familia, y socializar (en el espacio de socialización por excelencia, que siempre es la misa cristiana). En fin, actividades similares, pero marcados por estos supuestos valores de la iglesia. ¿Cual sería entonces la diferencia? si en definitiva, ud decid cuales cosas le causan placer y cuales no. ¿La diferencia radicaría solo en la reacción de Yahvé?


Actividad 1) para realizar en familia:

¿Tiene usted algún cronográma de las fiestas religiosas, o de sus obligaciones como cristiano? ¡le proponemos confeccionar un bonito diario como el de la imagen! Usted puede divertirse compitiendo con su familia a ver quien tiene más obligaciones agregadas a su tiempo libre.  A divertirse!
 
Ahora bien, la santificación del día del Señor actuaría como repelente de la ociosidad. La triste lógica cristiana nos ofrece otra perla “Si no ocupamos nuestra mente y tiempo en cosas buenas, como en dios (inexistente), el demonio (también inexistente) podría tentarnos de hacer cosas malas”. Como por ejemplo, caer en el pecado de la pereza (dormir de más una vez a la semana, en nuestro día de descanso) o peor, caer en la sensualidad. Sigo buscando la razón por la cual pueda verse afectada la moral si los domingos me levanto a las 10 de la mañana, y no creo que mi mujer tenga ningún problema moral con respecto al otro pecado. Quisiera saber como la sociedad podría verse afectada por dormir el día que conmemora la alianza entre este dios del antiguo testamento y el pueblo judío. Este mandamiento en definitiva no parece tener otra utilidad que la permitir al los dogmas administrar el tiempo libre de sus víctimas, principalmente concurrir a misa y festejar fiestas estrictamente religiosas. Para el resto de nosotros en cambio, el valor moral de santificar las fiestas no es más que otro becerro de lata.

jueves, 26 de septiembre de 2013

2) No tomar su santo nombre en vano

(*OMG!)  El segundo mandamiento revelado por Yahvé nos refiere al uso semántico del nombre de dios, particularmente la prohibición  de blasfemar. Aunque, sin ser excluyentes uno de otro, también se relaciona con el hecho de testificar y/o jurar en nombre de dios, ya que en caso de un falso juramento, dios sería testigo de una mentira. Teniendo en cuenta que el enfoque de este análisis es acercarse a la mitología cristiana como un observador externo, alguien que desconociera absolutamente el tema,  cabría destacar que a simple vista no parece haber mucha diferencia con el 5º mandamiento, el de “no mentir”. Consulte ud. distintas fuentes cristianas y notará que no existe un claro consenso, y que las explicaciones son bastante vagas al respecto. Por mi parte creo que una cosa es maldecir, otra es jurar, y otra es el falso juramento. No son excluyentes entre sí , ni pueden ser interpretados como la misma acción.


lunes, 23 de septiembre de 2013

1) Amar a dios por sobre todas las cosas

El primer mandamiento es también el más dogmático y presenta además algunos errores de planteo, al menos para quienes tratamos de razonarlo. Parece ser muy simple, pero no responde a la lógica. Es que cuando pedimos a un creyente alguna evidencia de la existencia de su dios, una respuesta común es la supuesta creación de la naturaleza. Y la evidencia de que si dios existe, es porque, obviamente, existe la naturaleza, que tuvo que ser creada por alguien, que existe, Y así ad infinitum.
Ahora bien, más allá de la falacia,  la omnipresencia innata de dios supone que este tiene participación en toda la  materia en el universo. Dios está en todas las cosas (en el idioma inglés, la falacia es más evidente, Dios is = es/está en las cosas). Por lo tanto, si dios está/es en las cosas, todo el universo es una sola cosa : dios. No es extraño escuchar este tipo de planteo por parte de un creyente.(ver panteísmo). "Dios esta en todas y cada una de las cosas del universo, desde una planta hasta una piedra, y en cada uno de nosotros" etc. Ahora bien, el mandato divino obliga a ponderar a dios por sobre el resto de las cosas. Pero, según lo entendido, en el resto de las cosas también está dios. Conclusión: el primer mandamiento nos revela que debemos adorar a dios por sobre, digamos, dios. Algunas interpretaciones invierten la ecuación en "todas las cosas están en dios", pero a los efectos de este razonaminento no hace diferencia.


Dejando este chascarrillo lógico, que admito maliciosamente tendencioso , hay un detalle más sobre la explicación del primer mandamiento que requiere una mención especial. Y es que el catecismo suele enseñar que todos los mandamientos pueden ser resumidos a esta primera regla. Supuestamente, amar a dios sobre todas las cosas implica respetar el resto del decálogo. ¡Y esto en un gravísimo e innecesario error de concepto! pues ¿como podría saber un homo-sapiens cualquiera que tipo de implicaciones requiere este dios específico? ¿Y si amar a dios quisiera decir "matar al resto de la humanidad en honor a él"?. Es claro que necesariamente el resto de los mandamientos deben ser contemplados. No entiendo para qué agregar un problema al planteo general, que ya de por sí es bastante flojo.  El concepto de "resumen" no es aplicable en este caso. Pues  de la premisa no aporta suficiente información como para asumir el resto de los mandamientos. Es más. trate ud de adivinar cuales son los mandamientos restantes, utilizando solo la información presentada desde el principio de esta entrada hasta aquí. ¿Dice algo acerca de "mentir" o "fornicar"? ¡Y como demonios podría uno asumirlo si no LEE el resto! 

La idea original de esta sección era la de analizar en que medida pueden ser trascendentes los mandamientos para la humanidad. Porque, si estuvieran a la altura del prestigio del que gozan, deberían también servir como guia moral para quienes no creemos. Yo no encuentro otra utilidad para esta regla que no se aleje del ámbito estrictamente religioso. No presenta evidencias, ni modifica en lo absoluto las costumbres, y puede ser adaptado a cada credo sin ningún tipo de problemas. Pues no define nada acerca de la vida, ni de los valores, ni de cual es la conducta correcta para propiciar el bien de la humanidad. Es más, para quienes analizamos la biblia desde afuera, un dios que dictamina como primera regla que el resto de los mortales deben amarlo por sobre todas las cosas no parece entender mucho sobre el amor, o sobre la misericordia. El aroma a predicación  barata que emana este mandamiento nos hace cuestionarnos que diablos estuvo haciendo Moisés durante cuarenta días en el monte. Y deja bastante mal parado a Yahvé. 


 A pintar! que esos cerebritos no se van a lavarse por si solos! 
Entendamos aquí que estamos hablando de una novela, antigua, contradictoria, aburrida y mal compilada. Quizás para un campesino analfabeto de la edad de bronce, este pasaje tuviera un sentido revelador. Pero nuestra civilización requiere hoy en día de explicaciones coherentes. Nuestro intelecto nos  obliga a buscar respuestas lógicas. Y no veo cual es la lógica de afirmar que uno va a ser "mejor" si ama a un dios ausente más que a su familia, amigos, grupo social, equipo, etc. Y si la familia, amigos etc son cosas, entonces dios estaría en ellos también, así que ¿cual es la diferencia?.
El catolicismo puede renegar del antiguo testamento todo los que desee, pero incluye este mandamiento en su credo. Y el nuevo testamento no hace mas que reafirmarlo. Personalmente, el día que encuentre una utilidad social para este mandamiento que no sea la de cerrar las puertas de la razón en pos de la religión, volveré para retractarme. Mientras tanto, amar a dios sobre todas las cosas no es más que un becerro de lata. 
  
Banco del Vaticano

   

viernes, 20 de septiembre de 2013

Los diez mandamientos razonados


Moisés, becerros y revelaciones.

Todos los conocemos. Son una tradición cristiana cuyo objetivo es el de trascender el ámbito de lo estrictamente religioso. Pretenden ser un  bien para la humanidad, la revelación de dios para que sepamos como transitar nuestras vidas para llegar sanos y salvos (aunque muertos) al paraíso. Son la piedra fundacional de todo un sistema de creencias  que ha conquistado el mundo. Un dogma que, aún diversificado a extremos casi ridículos, adopta este decálogo en su totalidad. Son la fuente de justicia y moralidad genuina, de inspiración, la palabra de dios, etc. Pero ¿Qué tan originales y transcendentes son en realidad?


El relato bíblico nos cuenta que fueron escritos por Yahvé  personalmente, en un período  de cuarenta días (lo omnipotente no quita lo prolijo, evidentemente) y entregados a Moisés en el monte Sinaí, en una ceremonia privada a la que solo él podía asistir.  Así lo cuentan al menos dos capítulos del Pentateuco (Deuteronomio y Éxodo), con algunas discrepancias. En realidad, no quedan perfectamente claro que sean solo diez, pues algunos parecen similares a otros. Es el problema de interpretar pasajes de distintas fuentes. De hecho, si  tomásemos en cuenta todas las disposiciones de los levíticos, que cumplen la misma función reveladora, los mandamientos aumentarían a cientos  (muchos de los levíticos están orientados mas bien a  la función de los sacerdotes, aunque también se alude a la población en general, sobre todo lo relacionado a su dieta y al correcto proceder de las ofrendas)

Moisés y el becerro de oro
Asumamos que al menos diez de estas disposiciones son claramente distinguibles del resto y son las que figuran en las primeras tablas, (o en las segundas; Moisés subió dos veces al monte: no queda muy claro si las primeras eran también diez, o si eran similares a las segundas).
Moisés regresa con las tablas, y para su sorpresa, se encuentra con que el resto de lo israelitas, incluyendo su hermano Aarón, habían comenzado un nuevo culto. Los israelitas estaban adorando la imagen de cierto animal (guiño), una deidad conocida de pueblos vecinos. La falta de fe en Yahvé hizo enfurecer a Moisés, por lo que partió ambas tablas sobre el ídolo en un ataque de ira. No queda muy claro el porqué los israelitas reemplazaron tan rápido a Yahvé, pues en tan solo cuarenta días ya tenían un nuevo dios, encarnado en un becerro. (Este episodio con becerros no es el único en toda la mitología cristiana.) . En fin, con un Moisés aún enojado, dios volvió a comunicarse para concertar otra entrevista. De allí saldría la nueva revelación de dios, que de nuevo, vía Moisés, ofrecería a los israelitas una serie de reglas a seguir para alcanzar la plenitud de la humanidad, o más bien del pueblo de Israel, ya que Yahvé era su dios particular, diferente del resto de los dioses de comunidades vecinas . 
La nueva reglamentación incluiría la oportuna regla de no adorar imágenes falsos dioses ni fundir ídolos en metal.   

La tradición cristiana y las diferentes interpretaciones de los pasajes clave en estos capítulos, Deuteronomio y Éxodo, depuraron la lista de derechos y prohibiciones hasta arribar a la lista definitiva de mandamientos divinos. Hoy en día, la interpretación del decálogo comparte un parecido notable entre el judaísmo y el cristianismo en general, aunque adaptado a las tradiciones particulares de cada credo.

Vamos a tomar como ejemplo la lista que se enseña en el catecismo, con la que tengo mayor familiaridad. Aunque creo que todos, creyentes o no, deben haberla oído al menos una vez, pues todos tenemos una tía o familiar siempre dispuesto a revelarnos la palabra de su dios, cualquiera que sea este. Aquí una divertida muestra de como quedó la lista depurada de los mandamientos:


* Nótese que las fichas pueden ser impresas y recortadas para que ud. juegue con sus niños mientras les transfiere todas sus creencias, no importa que tan irracionales sean : los niños creen todo. 

Hasta aquí, el relato bíblico. Uno podría pensar que antes de la revelación la humanidad no tendría este sistema de creencias, por lo que matar o no matar, mentir, o fornicar (cometer actos impuros) no habrían tenido ninguna consecuencia moral, y cada uno hubiese elegido hacerlo o no sin problemas. Es difícil pensar como una sociedad pudo haber sobrevivido hasta la época de Moisés sin una base moral de estas características. Ahora, ¿son estas reglas tan importantes para mantener estables a las sociedades? o en otras palabras ¿que tanto las sociedades dependen de la "revelación" para sobrevivir? ¿Son los mandamientos realmente "morales", o tan solo otra forma de adoctrinamiento muy enraizada en la cultura? 

En las siguientes entradas analizaremos cada una de estas dispocisiones desde una  perspectiva ajena a la religión. ¿Podrán los mandamientos resistir un análisis crítico?¿ o no serán mas que un becerro de lata?